El programa Hoquetus del IES Cardenal Cisneros concilia enseñanzas generales y musicales


El venerable Instituto Cardenal Cisneros de la calle de los Reyes de Madrid se reinventa. Tras un novedoso y muy celebrado programa de alemán, con cinco horas semanales de enseñanza, ha lanzado este programa que hace compatibles las enseñanzas de música y de formación general.
A punto de cumplir su segundo año de existencia, la satisfacción reina en los responsables de la vieja casa: 41 alumnos y un clima cargado de jóvenes músicos es el fruto. El Programa, iniciado el pasado año en colaboración con el vecinoConservatorio Profesional de Amaniel, está abierto ya a cualquier conservatorio musical. Y es una satisfacción por muy diversos motivos, en primer lugar por la simplicidad de la propuesta: a los jóvenes estudiantes de ESO y de bachillerato se les convalidan la enseñanza de música y una optativa a cambio de liberarles de tiempo para acudir al conservatorio; no hay, pues, pérdida de tiempo lectivo de las asignaturas troncales.
Algo tan simple se ha convertido en una fuente de bendiciones: los muchachos pueden acudir al conservatorio en horarios normales, ninguno termina sus horas lectivas más allá de las cinco de la tarde; y además, los conservatorios pueden acoger a estudiantes en horario de mañana (en la segunda hora), lo que alivia para ellos la pesadilla de tener las mañanas prácticamente vacías y las tardes saturadas.
El Instituto, además, proporciona a los estudiantes acogidos al Programa Hoquetus de espacios para estudiar con el instrumento en horas libres, un lugar para guardar el instrumento e incluso una habitación para comer.
Los responsables del IES Cardenal Cisneros subrayan, por añadidura, que los estudiantes acogidos al Programa Hoquetus tienen un nivel muy alto de calificaciones.
Parece obvio que un clima tan enriquecido se ha convertido en fuente de actividades de conciertos juveniles o en motivo de encuentros entre estudiantes relacionados con su actividad musical. Se comienza a programar, por ejemplo, charlas de músicos seguidas con sumo interés por todo tipo de alumnos.
Lo único que lamentan los responsables del centro es que dos programas tan complementarios como el de música y el de alemán no sean realmente compatibles, ya que el Hoquetus es una liberación de horas lectivas, mientras que el de alemán es una ampliación horaria. Citan, incluso, que no es raro que algún padre haya acudido al Instituto interesado por el programa Hoquetus y haya terminado convencido de las bondades del programa de alemán.
En todo caso el Instituto Cardenal Cisneros, el histórico centro por el que pasaron gente como los hermanos Machado, Menéndez Pidal, Julián Marías, Clara Campoamor, Jorge Semprún, Fernando Fernán Gómez, José Luis Aranguren, Manuel Gutiérrez Mellado o Santiago Bernabeu, se remoza hoy gracias a la música y a una reforma cuya brillantez es deudora de su sencillez: aflojar la rigidez burocrática para que los futuros músicos dispongan de una formación general indispensable o, lo contrario, que nuestros futuros profesionales sepan música y el periodo formativo no se les haya convertido en esa tortura (para ellos y para los padres) de horas infinitas perdidas en traslados por la ciudad o en doblar materias.
Hoquetus es un término que designa a una práctica de la polifonía medieval consistente en la alternancia rítmica de pulsos musicales entre dos voces, como si se tratara de un juego de pin pong. Es también el término que designa al popular hipo, todavía en Francia se llama así a esa molesta alteración del diafragma. Sin duda, en el Instituto Cardenal Cisneros han creado una reforma que corta el hipo.

 www.iescardenalcisneros.org